Indepedencia, Duvergé .- Las inundaciones dejadas por el aumento de las aguas del lago Enriquillo se han convertido en el cuento de nunca acabar para las familias afectadas, mientras el lago Azuei, en el territorio haitiano, avanza segundo a segundo hacia el pueblo de Jimaní.
El lago Enriquillo no se detiene, sigue engullendo predios agrícolas y ganaderos en los municipios que conforman “La vuelta del lago”, de las provincias Independencia y Bahoruco, ante la mirada impotente de sus productores que se mantienen a la espera de que llegue la ayuda oficial.
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