
Si no hay un acuerdo colectivo peligra la próxima temporada
La proclamación de los Mavericks de Dallas como los nuevos campeones de la NBA puso punto final a la temporada del 2010-11 y ahora el mejor baloncesto del mundo es toda una incógnita en cuanto a su futuro como modelo económico y de gestión dentro del deporte profesional estadounidense.
Mientras en Dallas todo es celebración y en Miami, donde los Heat se dejaron arrebatar el título de campeones, tratan de recuperarse de la frustración de la derrota y de no culpar al alero LeBron James como el único responsable de su derrota, en las oficinas del comisionado de la NBA, David Stern, la actividad es frenética.
Stern y su equipo han visto con satisfacción como el interés de los aficionados por las Finales de la NBA hizo recordar la etapa de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant juntos con los Lakers de Los Ángeles, pero también son conscientes de que si no hay un acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo la competición de la próxima temporada peligra.
El entusiasmo de los aficionados marcha en una dirección muy diferente de lo que piensan los dueños de los equipos y jugadores en cuanto a sus reivindicaciones económicas de cara al futuro.
Los dueños ya han dejado muy claro en todas sus reuniones y el propio Stern lo ha manifestado públicamente, que el actual modelo económico que rige la NBA no puede mantenerse de cara a la firma del nuevo convenio colectivo.
Por su parte los jugadores, a través de sus representantes legales, como el abogado Jeffrey Kessler, consideran que la situación que se puede crear será demasiado extraña como para que los aficionados la puedan entender.
“Incremento de asistencias a los campos, récords de audiencia en la televisión y un entusiasmo como nunca va a ser respondido por los dueños con la postura de que hay que destruir la actual estructura económica si se quiere salvar el deporte”, comentó Kessler. “A cambio los jugadores lo único que piden es que les dejen jugar”.
El pitcheo predomina en novatos
Un total de 14 dominicanos han hecho su debut en Grandes Ligas este año y 11 de ellos son lanzadores. Tan solo exceptuamos al receptor Tony Cruz (San Luis ), el jardinero Carlos Peguero (Seattle) y el utility Michael Martínez, de los Filis. El resto demuestra en forma fehaciente que los scouts y entrenadores dominicanos están incitando a todos los jóvenes que llegan a sus manos a que opten por ser lanzadores. ¿Por qué? Eso se ha escrito muchas veces, pero siempre es bueno reiterarlo: en estos tiempos es más fácil conseguir una firma como pitcher que como jugador de posición. No es tan fácil triunfar como bateador, y muchos se engañan creyendo que lo lograrán como pitchers. Es un espejismo que le venden, tan solo por alcanzar un buen bono. Los pitchers debutantes por RD este año son Pedro Beato de los Mets, Aneury Rodríguez (Houston), Michael Pineda (Seattle), Al Albuquerque (Detroit), Luis Pérez (Toronto), José Valdez (Houston),
Carlos Peguero ( Seattle), Héctor Noesí (Yanquis),Rubby de la Rosa (Dodgers), Juan Nicasio (Colorado), Maikel Cleto ( San Luis), y Fautino de los Santos (Oakland)
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