La Dirección General de Prisiones aumentó las medidas para prevenir la entrada del cólera a las cárceles, incluida el aislamiento inmediato de
los reos que se sospecha tienen dicho mal, para evitar el contagio y su propagación entre los restantes. Asimismo, dispuso, conforme a una nota de prensa, que cualquier interno que padezca trastornos intestinales, aún cuando no se trate de cólera, será separado de sus compañeros, sólo como medida preventiva.
Expuso que desde que se presentó el primer caso de cólera en una prisión ha recibido todo el apoyo necesario del Ministerio de Salud Pública, representado por el vice ministerio Juan Rodríguez, quien ha supervisado todos los trabajos de prevención y diagnóstico.
Añadió que en la actualidad se realizan jornadas de sensibilización sobre la peligrosa enfermedad y que si es necesario se suspendería la entrada de alimentos y de menores a los recintos, así como la suspensión de las actividades deportivas y de los traslados de internos a otros centros de privación de libertad.
Explica que los distintos equipos de la Dirección General de Prisiones fueron enviados por toda la geografía nacional, con el propósito de llevar cloro y pastillas para purificar el agua de las cisternas, así como para dar charlas educativas a internos, al personal de seguridad y a los miembros de organizaciones voluntarias que realizan trabajos en las cárceles.
Las delegaciones se distribuyeron en la región Sur desde Pedernales hasta Najayo y las encabezan el subdirector Tomas Holguín La Paz y Annelice Roa Howley, encarga del área médica de Prisiones.
Mientras en la región Noroeste la comisión está integrada por el coronel de la Fuerza Aérea, José Ignacio Santana Morillo y personal médico y en el Este realizaron los trabajos el coronel de la Fuerza Aérea, Diógenes Ogando Ramírez.
Informó que hasta el momento sólo a 7 internos se les detectaron problemas gastrointestinales en la Penitenciaria de La Victoria.
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