Dr. Jottin Cury Canciller de la Dignidad .

Cuando estalló la insurrección por la vuelta a la constitucionalidad, el Dr. Jottin Cury estaba en la trinchera del honor y el 4

Dr. Jottin Cury . .

Los ojos le negaron completamente los colores, se acostó en la dignidad augusta del ocaso al asomarse el silencio sagrado de las luces y ha llegado la noticia desconcertante, el Dr. Jottin Cury, canciller de la dignidad, se encuentra amortajado y en la Gaza Cósmica de la muerte.

El Dr. Cury, encarnó paradigmática figura de patriota, simbolizó la honradez ciudadana y sirvió a su país con valiente y desprendido empeño. Representaba una columna dórica, austera en su solidez, despojada de inútiles ornamentaciones, pero llena de gravedad y equilibrio.




Digno y eminente jurista. Tanto en el ejercicio de la profesión de abogado como en las demás facetas de su vida, se desempeño con apego a la ética y a la lealtad más estricta. Maestro por excelencia de varias generaciones, académico y rector magnifico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), desde 1972 al 1974, nos deja a la hora de su muerte, sus valiosos escritos y publicaciones de orden jurídico, así como sus señalamientos y posturas democráticas e institucionales.




Ejerció las funciones de Secretario de Prensa en el Consejo de Estado de 1962 y posteriormente, desde el 1966 al 1970 fue diputado al congreso, ocupó incorruptible curul como legislador. De igual manera, fungió como Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, pero debo evocarlo en lo que fue una de las más altas, valiosa y patriótica función, como canciller de la patria en armas.




Desde los primeros acontecimientos y antes de sonar el primer disparo en abril de 1965, Cuando estalló la insurrección por la vuelta a la constitucionalidad, el Dr. Jottin Cury estaba en la trinchera del honor y el 4 de mayo del 1965, cuando el pueblo fue convocado frente al Altar de la Patria para presenciar la toma de posesión del presidente Caamaño, juró también lealtad a la patria y a su presidente en Armas.




El Dr Jottin Cury, por su elevados conocimientos, su carácter, su inamovible posición de patriota y por expresa voluntad de Juan Bosch, fue designado Canciller durante el Gobierno representado por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Asumió el cargo con verdadero compromiso y nunca se le oyó decir, como otros orondos de vanidad histórica, que había ocupado el puesto de canciller. Para el Dr. Jottin Cury fue simplemente el cumplimiento de una responsabilidad como dominicano, un modesto servicio a la patria. Nunca se jactó del deber cumplido.




En los primeros días de mayo de 1965, con el objetivo de crear un corredor de seguridad, dividir la ciudad y de separar a las fuerzas constitucionalistas, pero sobre todo tratando de apagar toda resistencia, las tropas norteamericanas desataron una fuerte ofensiva e intensificaron la operación limpieza en los barrios pobres de la parte Norte de la ciudad, en cuya actuación se cometieron atrocidades y produjeron un saldo que casi podría ser considerado como cacería humana.




Ante esos hechos, el Dr. Cury, en pleno ejercicio de sus funciones como canciller, decidió enviar un telegrama a la OTAM, pidiendo la intervención de ese órgano ante las matanzas que realizaron en la Zona Norte los efectivos norteamericanos. Sin embargo, el gesto no fue bien visto, tampoco correctamente interpretado por el Presidente Caamaño. Esto provocó una discusión entre el presidente y el canciller. El Dr. Cury esgrimió firmemente sus argumentos, mantuvo su convencimiento de que era la actuación que las circunstancias imponían y lo que en ese momento resultaba políticamente correcto. Frente al comandante Caamaño, asumió la jerarquía con respeto y finalmente, trató de evitar situaciones que afectaran la causa nacional.




La historia, así lo recoge, ¨´ se pensó que el altercado entre Caamaño y el Canciller, Dr. Jottin Cury, iba a prolongarse e iba a generar que el Dr. Cury abandonara su posición. Caamaño reconoció como también lo reconoce Norman Thorman, que el Dr. Cury tuvo la razón al enviar un telegrama a la OTAN pidiendo la intervención de ese órgano ante las matanzas que realizaron en la Zona Norte tropas dominicanas apoyadas por los efectivos norteamericanos. La prueba de hecho, el informe remitido por el general Lyman Leminitzer, a la OEA y a las Naciones Unidas. Adjunto, le hago llegar una copia de dicho informe. También un ejemplar del periódico “Excelsior” que trae un encabezamiento en su primera página que dice que se espera que en las próximas 24 horas quedará constituido el Gobierno encabezado por don Antonio Guzmán. Ahora el problema es que Imbert se resista a renunciar. Le pregunté por teléfono a Thorman: ¿Qué harán los Yankees ahora para sacar a ese hombre? Y él me respondió que esa es la pregunta que aquí se hacen sus amigos demócratas (Carta escrita por Sacha Volman dirigida a Juan Bosch del 8 de junio de 1965).¨´




El Dr. Cury, nos deja a la hora de su muerte, la lección perdurable del exquisito respeto a la opinión ajena, de su gesto cordial, para recoger en la copa cambiante de la vida, el aroma de todas las ideas y la espuma de todos los desengaños. La lección que se desprende de esa cátedra de vida hoy enlutada, es la que encierra el ejemplo de su vida. Confortadora lección de dignidad, de civismo, de academia, de rectitud, de patriotismo, la que emana de su frente caída que hoy la patria entera le corona con flores.




Al morir este preclaro hombre, jurista, se va perdiendo con él una estirpe de abogados, de ciudadanos, de patriotas, en los que cada día de su vida se revela un modelo de virtud, que juega su destino sobre la carta única de su dignidad, la de ellos, pero sobre todo, la de la patria.




Hoy el presidente ha declarado duelo nacional. Lo ha hecho por la muerte del Dr. Jottin Cury, por el fallecimiento del canciller de la dignidad y la bandera nacional, cubrirá su féretro.




Posdata. Descansa en paz..Admirado Dr. Cury y convertido ya en polvo, ojala se eleve su alma esparciendo su espíritu conmovedor sobre toda esta tierra para que puedan germinar en las nuevas generaciones el legado precioso de sus virtudes inmaculadas.


Ecos de Bani