Rosario, de 85 años de edad, llegó este domingo a las 10:00 de la noche al santuario de la Virgen de Las Mercedes, en el Santo Cerro, en La Vega, su domicilio, es en el barrio Capotillo, en el Distrito Nacional.
Desde allí se desprende desde hace varias décadas para participar de los rituales, en honor a la Virgen, supuesta custodia de los indígenas, en sus enfrentamientos con colonizadores españoles, según las narraciones históricas que hablan sobre su aparición en el cerro.
Julián, subió a pie, desde el punto donde lo dejó el autobús en la falda del cerro, estuvo en primera fila para escuchar la primera misa del día, de este lunes 24 de septiembre del 2012.
Para esta misa decenas de hombres y mujeres, al igual que Julián esperaron aquel primer toque de campana, según se pudo observar, que con la excepción del anciano capitalino, la mayoría de los creyentes que asistieron a esta jornada religiosa, eran personas jóvenes.
También estos hicieron la travesía de subir al Santo Cerro, algunas personas lo hacían desde provincias vecinas, como Santiago y Espaillat (Moca).
La meta de los madrugadores, muchos de los cuales durmieron en los bancos hasta esperar la primera celebración religiosa del día, a las 5:00 de la mañana.
Unos caminaron descalzos, otros llevaban ofrendas para la Virgen de las Mercedes, en procura de algún milagro. Responder por con algunas de las promesas hechas durante el año, por alguna petición que han visto cumplida, es otro de los objetivos de los feligreses católicos, quienes este lunes tienen como centro de atención el Santo Cerro de la provincia de La Vega, en el valle del Cibao.
También el tumulto de personas provoca crisis en algunos pasillos de la iglesia principal, a la salida de la primera misa, a las 6:00 de la mañana, se reportaron robos, de pertenencias, como carteras, teléfonos celulares y dinero.
El tradicional culto para adorar a la Virgen de las Mercedes en la comunidad de Santo Cerro, en la provincia de La Vega, es una tradición, que se repite de generación en generación y de año en año, en la misma participan miles de devotos católicos, que llegan desde distintos puntos del país, con objetivos comunes. Junto con el altar la Virgen de la Altagracia en Higuey, provincia La Altagracia, en la punta este del país, son los dos santuario religiosos, más visitados del país.
Acento.com.do
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