
Alejandro Ruíz Tibrey, de 28 años de edad, y empleado de elCaribe, nunca imaginó que encontraría la muerte tras salir de festejar el cumpleaños número cuatro de su hija menor. Desconocidos lo interceptaron llegando a su casa en el sector Herrera, en el municipio Santo Domingo Oeste, quienes intentaron despojarlo de su motocicleta y le dieron un tiro. De acuerdo a testigos, Ruíz Tibrey se resistió al atraco y los desconocidos le dispararon e inmediatamente huyeron sin llevarse la motocicleta.
La víctima fue llevada a Marcelino Vélez Santana, donde posteriormente murió. Sus restos están expuestos en la Funeraria San Antonio, ubicada en la avenida Isabel Aguiar, frente al Hospital Marcelino Vélez de Herrera. Ruíz Tibrey, quien dejó en la orfandad a dos niños, laboraba en el departamento OGM, Central de Datos, desde hacía varios años. Inició en la empresa como repartidor de periódicos. El joven también era prestamista.
Alejandro Ruíz Tibrey, de 28 años de edad, y empleado de elCaribe, nunca imaginó que encontraría la muerte tras salir de festejar el cumpleaños número cuatro de su hija menor. Desconocidos lo interceptaron llegando a su casa en el sector Herrera, en el municipio Santo Domingo Oeste, quienes intentaron despojarlo de su motocicleta y le dieron un tiro.
De acuerdo a testigos, Ruíz Tibrey se resistió al atraco y los desconocidos le dispararon e inmediatamente huyeron sin llevarse la motocicleta. La víctima fue llevada a Marcelino Vélez Santana, donde posteriormente murió.
Sus restos están expuestos en la Funeraria San Antonio, ubicada en la avenida Isabel Aguiar, frente al Hospital Marcelino Vélez de Herrera. Ruíz Tibrey, quien dejó en la orfandad a dos niños, laboraba en el departamento OGM, Central de Datos, desde hacía varios años. Inició en la empresa como repartidor de periódicos. El joven también era prestamista.
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