
Por Carlos J. Diaz Gomez.
La historia no es nada mas que un sin numero de hechos que se repiten en diferentes epocas, lugares y con personas de distinto apellido.
El exterminio de seis millones judios en tierras alemanas por parte de los nazis en los años de la segunda guerra mundial y el exterminio de un millon de tutsis por parte de la mayoria hutu en el pais africano de Ruanda en 1994 asi lo demuestra.
Jesucristo, el profeta Mohadme, Maohma, John Smith y otros revolucionaron sus respectivas religiones atraves de los años.
En nuestra Republica Dominicana la historia se repite, los haitianos nos invaden dia a dia, ya estan aqui y vienen mas.
Los haitianos criollos demandan una ciudadania que no les pertenece, pero aun asi estan empoderados, respaldados por una comunidad internacional que quiere para ellos mejores casas, escuelas, empleos, salud, derechos humanos, etc.. solamente que no le excije esto a Haiti sino, a nuestro pais, como un juez haciedole pagar a usted por la manutencion de los ocho hijos del vecino. que timbales.
y ellos? por que no se los llevan? por que no le otorgan su ciudadania primer mundista? por que no le hacen una invitacion a anexarse a sus repectivos paises?
esta invacion no es nueva, paso en el 1822 a la fuerza y el 1937 pasivamente, en ambas ocaciones solo fuerza y la violencia pudo librar a quisqueya de los salvajes invasores.
Hoy estos mismos salvajes han involucionado, hoy exportan a nuestras tierras pobreza fisica y mental, no adoptan nuestras buenas costumbres por el contrario alimentan las malas, son dueños de nuestros campos, de las montañas, son tan temibles como alexander el grande, pues hasta nuestro presidente que a la vez mas parece su primer ministro Manilo Toussaint, lo pusieron a pedir perdon, por que los HOMBRES y mujeres del Tribunal Constitucional no los dejaron adueñarse del pais politicamente.
La frontera politica es la unica que nos queda para defendernos y es precisamente alli donde como templarios, guardianes de nuestra soberania, estan ellos, Los Trinitarios del Tribunal Constitucional, espada en mano, encima de esa muralla que nos proteje no solo de los invasores forajidos sino tambien de sus hijos que mal nacidos en esta tierra hoy son haitianos criollos.
Nos protejen del general Santana de este tiempo el cual solo le interesa el drama del vecino y no el de sus hijos, solo domingo tras domingo va en su caballo brincando charquitos y repartiendo pesitos, arregalando los problemas inmediatos, mas no los necesarios.
Nos protejen de los lambones traidores, que por unos dolares venden a su patria y hasta sus madres, y pensar que unos de ellos lleva como primer nombre el apellido del mas grande libertador de america, Bolivar.
Como en el pasado los vientos del para-militarismo se siente soplar, y con este viento la violencia esperada, pues de no ser asi lloraremos como mujeres lo que defendimos como hombres.
CARLOS J. DIAZ GOMEZ
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