Por Hidalgo Rocha Reyes
Las redes sociales se han convertido en un termómetro de favoracion de los acontecimientos regionales, nacionales e internacionales en los aspectos políticos, culturales y sociales que acontecen en cualquier parte del mundo, donde los cibernautas ponen de manifiesto su parecer o aprobación ante estos hechos.
A través de ellas, y concluidos los tres años de gobierno del Presidente dominicano Danilo Medina, no hemos podido ver una valoración de negativa de este por ningún espacio cibernautico al que hemos tenido acceso durante este periodo de tiempo. Solo, eso si, caricaturas y chanzas opositoras de Danilo brincando charquitos en sus acostumbradas visitas sorpresas que realiza a cualquier comunidad como una muestra de burlas con el presidente.
Pero esos charquitos que presentan no son nada comparado con los charcos largos que Danilo, a través de estos tres años, a brincado en beneficio de la población dominicana los cuales lo han llevado a tener una alta valoración y/o aprobación de sus gestión.
Cabe mencionar, dentro de esos charcos de gran profundidad y bien largo brincado por Danilo Medina, primero y quizás no el más importarte, el famoso 4% para la educación, donde con este porcentaje del PIB de la nación, la educación a tenido otra cara con sus tantas extendidas, aumento significativo a los maestro, desayuno y almuerzo escolar, sumado a la construcción de cientos escuelas inauguradas cada semana del año. Agregando también las estancias infantiles que permiten que madres trabajadoras puedan dejar al cuidado de profesionales sus hijos mientras ellas buscan el pan de la familia.
La recuperación de Bahías de las Águilas, un palo para la región sur y el turismo en sentido general, donde podría ser aprovechados los recursos naturales que nos brinda la provincia de Pedernales con esta playa única en el Caribe. También la adecuación de la Barrick Gold en cuanto del porcentaje que le toca al Estado por la extracción del oro. Un contrato que le permitía a esta cargar con casi todas las ganancias y al empantalonarse Danilo, el mismo fue adecuado a la realidad contractual estipulado.
Otros charcos largos brincado por presidente Medina son los concursos de obras estatales desarrollados en las provincias del país donde las obras son sorteadas entre los ingenieros locales, sin importar preferencia partidarias y donde la mano de obra, también deben de ser de esas misma localidades. El desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas. El programa Quisqueya Aprende Contigo donde miles de dominicanos de diversas edades han logrado aprender a leer y escribir bajando la tasa de analfabetismo a cifras sin precedente.
Ley de naturalización, donde miles de extranjeros, en su mayoría haitianos, que permanecían en situación irregular en República Dominicana, fueron puedo en estado regular, por lo que ley, que fue aplaudida por sectores internacionales y nacionales tradicionalmente defensores de los derechos de inmigrantes haitianos residentes en el país, ha sido uno de los charcos más largo brincado por Danilo en esto tres años de gestión.
Estos charcos largos brincados por el gobiernos del presidente Danilo Medina durante su gestión, y algunos no mencionados aquí, han permitido que la agenda nacional este pauta a su voluntad, ya que los mismos han salpicados a toda la población dominicana de una manera positiva y donde la oposición, carente de temas contradictorios, solo ha tenido que conformarse con plantear aquellos que no son de solución inmediata, como el problema energético nacional y la seguridad ciudadana, no obstante con este último tema estar siendo combatido con la creación de empleos e inversiones en la micro y mediana empresas, así como en la prevención ciudanía con el 911 y la atención en la Policía Nacional.
Danilo Medina ha brincado charcos como ningún presidente lo ha hecho. Con estos saltos la estabilidad económica, los productores agrícolas, el sector educativo y el turismo se han mantenido o/y crecido para beneficio de la familia dominicana, y es por ello que el país espera mas chubasco porque faltan charcos que saltar.
El autor es abogado y comunicador residente en Barahona
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