En una nota publicada por la revista TIME, un especialista explica que esa falta de destrucción se debió en gran parte a que los vientos récord de la tormenta permanecieron confinados en un área pequeña y golpearon una región relativamente despoblada.
'La cantidad de daño va a ser totalmente dependiente de donde llegue la tormenta', dijo Sean Sublette, meteorólogo Climático Central. 'Si hubiera sido una zona poblada en mayor medida, estaríamos teniendo una conversación muy diferente'.
Para Dennis Feltgen, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, fue una 'suerte' que Patricia tocara tierra en una zona despoblada y el que no haya víctimas se debe a que su radio de acción fue estrecho, de unos 24 kilómetros a la redonda con vientos huracanados que sólo alcanzaron un radio de 113 kilómetros.
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