POR: JOSE CORNIELL.
El que un contingente policial bien armado y completamente desalmado haya estado presente, e incluso un “representante de la justicia” haya estado ahí, no le da base legal ni de justicia a la arbitrariedad que se está cometiendo contra los residentes en el sector los Guandules del Barrio Palmarito, en la parte alta de la ciudad de Barahona.
El que dice ser propietario de los terrenos donde las humildes familias han construido sus casuchas, nunca ha presentado un título que lo acredite como tal, lo que cuestiona grandemente su calidad de dueño.
Freddy Vargas Matos, dijo que en el desalojo practicado recientemente a esas humildes familias participó la fuerza pública y que la misma fue ordenada por la Procuraduría de esta ciudad, tras un tribunal evacuar una sentencia.
Sin embargo, el alguacil Javier Ferreras, quien ha estado al frente de los desalojos que se han practicado en los Guandules, no ha podido mostrar a sus residentes, ha insistencia de los periodistas y dirigentes populares del barrio Palmarito, la sentencia, ni la orden de desalojo, lo que desdice la información ofrecida por Vargas.
Si el procurador de la Corte de Apelación de Barahona realmente ordenó el uso de la fuerza pública para que agentes policiales y un alguacil desalmado atropellen, hieran y saquen de sus casas a personas que sólo tienen la noche y el día para mal vivir, debe saber que está actuando contrario a sus funciones, porque ni el señor Vargas, quien se erige ahora como el nuevo “dueño de Barahona”, ni su testaferro han podido demostrar fehacientemente que son dueños de las tierras que demandan.
Que se entienda, no estamos defendiendo delincuentes, ni nada por el estilo. Realmente ignoramos que se trate de una banda de narcos-invasores, como dijo Vargas, que esté detrás de la resistencia, y en el hipotético caso de que así sea, sólo estamos defendiendo a las humildes familias que han sido dejadas a la intemperie por unos policías armados hasta los dientes pero con poca alma, al tirarles sus casitas a bajo, pese a que su amo no ha podido justificar con documentos legales su accionar.
De lo que pueda pasar en lo adelante en los Guandules con esos desalojos carentes de base legal y repleto de arbitrariedad, serán responsables y cargarán con el fardo de toda la culpa, quien o quienes dispongan de la fuerza pública para tales fines.
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