
El 28 de diciembre de 2009, saqué en un denominado "Plan Flex" en la oficina principal de Orange Dominicana, ubicada en la esquina formada por las calles Anacaona y Padre Billini, en Barahona, un celular U9, marca Motorola, para mediante el contrato correspondiente pagarlo en 18 meses, depositando una garantía que osciló entre los 2 mil 800 a los 2 mil 900 pesos, pagando la última cuota o factura, o sea, la número 18, el 22 de junio del presente año.
Dos días depués de estar satisfecho por honrar mi compromiso con Orange, me presente a su oficina, donde dije que como ya pagué mi última factura, buscaba cancelar el contrato, para que el celular pasará a ser de mi propiedad legalmente y quedar desligado totalmente de la empresa telefónica. Recuerdo que en esa ocasión un pichón de estafador legal presente, me dijo que volviera el primero de julio, o sea, al mes siguiente, pero para mala suerte me llegó la factura de este último mes, o sea, la número 19, cuando ya había pagado la totalidad del contrato, que eran 18.
Al par de días volví a Orange, donde los empleados nunca aclaran bien la situación a los clientes, y se me dijo que volviera después, sin darme explicación alguna, a lo que me molesté y grité "no quiero quiero que me lleguen más facturas por culpa de ustedes". Luego volví a los dos o tres días y pedí por el diablo que definitivamente se me aclara la situación, sobre mis deseos de cancelar el contrato y salir de Orange para siempre.
Entonces, fue que uno de los pichones de estafadores legales que allí laboran (una jovencita de color), me dijo "si usted desea que no le sigan llegando facturas de cobro, venga a pagar la que le llegó del mes de julio, quince días antes del primero de este mismo mes ", por lo que me marché de inmediato de allí.
Luego volví de nuevo el viernes 15 del presente mes, donde me comunicaron que pagara la factura número 19 para llenarme el formulario de solicitud para enviarlo a la capital, a la sede central de Orange "para ver si allí lo aprobaban", como dijo uno de los pichones allí presentes.
Me exigieron 60 pesos para el pago del envío del formulario a la capital y me pidieron mi Cédula de Identidad y Electoral para los fines correspondientes, por lo que me senté a esperar una copia de la solicitud a enviar, la cual, naturalmente, tenía que estar firmada por mí.
Luego de una hora de estar allí sentado esperando, para suerte del diablo, se me comunicó que volviera al día siguiente, o sea, el sábado 16, porque el Scanner presentó problemas. Me marché de allí sin antes echar un par de coño bien grande, y dispuesto a darle un trompón a quien me contestara, pero gracias a Dios, ninguno de los pichones lo hizo.
El sábado 16, me presenté a Orange, a las nueve y media de la mañana, donde una pichona de estafadora legal, color claro, me devolvió los 60 pesos y mi cédula diciendome: "El Scanner sigue con problemas", y remitiéndome de mala ganas a otra oficina de la empresa, ubicada en la calle Luis Delmonte, frente a Edesur, donde expliqué la situación al empleado presente, quien me dijo: "Quien lo envió hasta este lugar, lo está poniendo a dar caminatas, porque es allá que tienen que llenarle su solicitud. Entonces este empleado de manera muy decente, me remitió a otra oficina de la empresa, situada en la calle 30 de Mayo esquina Nuestra Señora del Rosario, donde otra pichona de estafora legal me comunicó que la solicitud en cuestión le corresponde llenarla donde yo saque el celular.
Volví de nuevo a la oficina de Orange, en la esquina de las calles Padre Billini con Anacaona, donde molesto dije: "Quiere decir que mientras el Scanner sea arreglado, la factura del mes de agosto también me llegará", "claro que sí, dijo uno de los pichones", lo que me motiva a sospechar que esos señores me están mintiendo sobre el caso del Scanner, no sé con que intenciones.
Ahí, mismo se me dijo "Vuelva el próximo lunes 18 para ver si ya el Scanner está listo. En caso que el aparato no esté arreglado, le llegará la factura de agosto, por lo que usted tendría que pagarla 15 días antes del primero de septiembre para que no le llegue la de este último mes, donde se le llenará de nuevo otra solicitud de cancelación de contrato para nosotros enviarlo a la Capital, para ver y nuestros jefes la aprueban".
"¿-Tengo yo la culpa de que ese Scanner del demonio esté averiado?-, ¿- Será esta una tactica de Orange para cobrar más dinero de la cuenta a los clientes que ya han pagado la totalidad de las facturas establecidas en el contrato de esta empresa?.
Ya en mi casa, llamé al Servicio al Cliente de Orange, marcando *555, donde explique detalladamente mi caso a una voz femenina que me atendió (Otra pichona de estafadora legal de Orange), la cual me dijo más o menos de esta manera: "Si el scanner de nuestra oficina principal en Barahona está averiado, diríjase a la oficina de esta empresa en otra provincia del Sur para que le llenen la solicitud de cancelación de su contrato". Esperaba otra contesta de esta pichona, pero no fue así. Comunico a mis lectores que como este caso que me afecta, de seguro hay ciento o quizás miles, en el país.
LLAMADO URGENTE
Debido a este lamentable caso, estoy llamando a todos los dominicanos a que se abstengan de sacar celulares en Orange mediante ningún plan establecido por esta empresa, cuyo contrato en un 99 por ciento va contra el cliente, ni en ninguna otra compañía telefónica que tenga este mismo método, porque al final de cuenta, le ocurrirá lo mismo que a mí.
Si les interesa tener un celular regular o moderno, tenga paciencia y poco a poco vaya reuniendo el dinero hasta que tenga la totalidad para adquirirlo. Mientras tanto, compren un Alcatel de esos que se expenden a precios muy bajos, para que se mantengan comunicados con los demás.
El celular en cuestión lo adquirí mediante el mencionado plan de Orange en una época Navideña, en cuyo momento la oficina de la empresa en esta ciudad estaba saturada de persona. Yo recuerdo que esa vez cuando llenaban los trámites para retirar el celular, le pedí al que los preparaba que me pasara el contrato para leerlo antes de firmarlo, debido a que después no quería problemas.
En esa ocasión, recuerdo que el vendedor me dijo más o menos lo siguiente: " Juan, si usted paga sus facturas cada mes y las concluye limpiamente, no tendrá problema alguno, esto es imposible". Pero cuando al par de días descansando en mi hogar lo leí, me maldecí, ya que el 99 por ciento de lo establecido en él está contra el cliente". Si lo hubiera leído, hoy no tuviera este gran problema con Orange, el cual no se sabe cuando llegará a su fin.
Pero mientras, el hacha va y viene, tendré que seguir pagando las facturaciones, tras haber saldado ya en 18 meses, las que me correspondían pagar: Ya hay una extra, que es la de Julio, la cual ya pagué, pero no se sabe cuando más tendré que honrar, para mí, indebidamente, pero dentro de la legalidad para Orange y su comparsa de pichones en Barahona.
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